¿Qué significan las alertas amarilla, naranja y roja ante las olas de calor?
Las alertas amarilla, naranja y roja por olas de calor indican distintos niveles de riesgo para la salud según la intensidad de las temperaturas extremas
Un evento de temperaturas extremas es un período en el que se espera que se registren valores de temperatura máxima o mínima que pueden poner en peligro la salud de las personas. Por eso, el Servicio Meteorológico Nacional emite, cuando corresponde, alertas amarilla, naranja o roja ante olas de calor. ¿Qué significan?
Estos niveles de alerta permiten anticipar el impacto potencial del calor extremo en la población y definir medidas de prevención según la intensidad del fenómeno y el riesgo sanitario asociado.
¿Qué significan las alertas amarilla, naranja y roja ante las olas de calor?
Alerta amarilla: efecto leve a moderado en la salud
La alerta amarilla indica que las temperaturas extremas pueden resultar peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo. En este nivel se incluyen niños, personas mayores de 65 años, embarazadas y personas con enfermedades crónicas. Aunque el impacto suele ser limitado en la población general, se recomienda extremar los cuidados y evitar la exposición prolongada al calor.
Alerta naranja: efecto moderado a alto en la salud
La alerta naranja señala que las temperaturas extremas pueden ser muy peligrosas, en particular para los grupos de riesgo. En estas condiciones, el riesgo de deshidratación, golpes de calor y complicaciones de salud aumenta de forma significativa. Durante estos eventos, se aconseja reducir actividades al aire libre, reforzar la hidratación y prestar especial atención a personas vulnerables.
Alerta roja: efecto alto a extremo en la salud
La alerta roja corresponde a situaciones de calor extremo con impacto alto a extremo en la salud. En este nivel, las temperaturas pueden afectar a toda la población, incluso a personas consideradas saludables.
Se trata de escenarios con riesgo elevado de emergencias médicas, por lo que se recomienda permanecer en lugares frescos, limitar la actividad física y seguir estrictamente las recomendaciones sanitarias.
Cómo se determinan los niveles de alerta por calor
Los niveles de alerta se definen a partir de umbrales establecidos con base en el Percentil 90 (P90) de las temperaturas máximas y mínimas registradas históricamente en cada localidad durante el período 1961-2010.
Estos valores representan el 10% de las temperaturas más altas observadas. Cuando se superan esos umbrales, las temperaturas se consideran extremas y se activan las alertas. Para eventos más severos, el sistema utiliza percentiles superiores, como el P95 y el P99, que determinan el cambio a niveles de alerta más elevados.
Qué hacer ante una ola de calor
Ante temperaturas extremas, se recomienda aumentar el consumo de agua sin esperar a tener sed, evitar la exposición al sol en horarios centrales del día, entre las 10 y las 16, y reducir la actividad física.
También se aconseja ingerir frutas y verduras, evitar bebidas con cafeína, alcohol o alto contenido de azúcar, y usar ropa liviana, holgada y de colores claros. Permanecer en ambientes ventilados o acondicionados resulta clave para reducir el impacto del calor.
Ante síntomas como sed intensa, sequedad en la boca, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos, desmayo, náuseas, vómitos, dolor de cabeza o falta de apetito, se debe actuar de inmediato.
En esos casos, corresponde solicitar asistencia médica urgente y trasladar a la persona afectada a un lugar fresco y tranquilo, intentar refrescarla, mojarle la ropa y ofrecerle agua fresca.