La Municipalidad de Rosario completó esta semana la renovación de la Línea K, al incorporar los últimos cuatro trolebuses eléctricos reconvertidos a partir de unidades diésel. Con esta incorporación, dejaron de circular las históricas unidades grises y naranjas adquiridas en la década del 90, cerrando un proceso iniciado a comienzos de 2025.

El proyecto permitió reemplazar los antiguos troles por vehículos eléctricos desarrollados íntegramente en Rosario, en una iniciativa conjunta entre Movi Rosario, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la empresa Inventu Ingeniería. El resultado es una flota moderna, eficiente y sostenible que mantiene la identidad histórica de la Línea K, una de las más emblemáticas del sistema de transporte urbano.

Cómo fue la reconversión de los trolebuses

El proceso consistió en transformar colectivos diésel con más de diez años de uso en trolebuses, aprovechando su chasis original e incorporando motores eléctricos y sistemas de control. La reconversión representó cerca del 35% del costo de una unidad nueva, lo que permite renovar la flota con una inversión significativamente menor y con tecnología desarrollada localmente.

Características de los nuevos coches de la Línea K

Las nuevas unidades cuentan con piso bajo para garantizar la accesibilidad, aire acondicionado, pantallas informativas y un diseño totalmente renovado tanto en su interior como en su exterior. Además, son de fácil mantenimiento, silenciosas y libres de emisiones contaminantes, en línea con las políticas de movilidad sostenible impulsadas por la ciudad.

Los trolebuses eléctricos generan menores costos de mantenimiento y una vida útil más prolongada. Al no emitir gases contaminantes, contribuyen a la reducción de la huella de carbono urbana y mejoran la calidad del aire.

También producen menos ruido, lo que incrementa el confort de los pasajeros y de los entornos por los que circulan.

El retiro de los troles de los 90

Con la llegada de los nuevos trolebuses, se despidieron los llamados “troles brasileños”, de color gris y naranja, fabricados en 1989 y puestos en servicio en 1994. Estas unidades formaban parte de una flota de 20 coches, de los cuales solo uno —el número 08— se conservará como pieza histórica en la empresa MOVI.