En la tradicional casona de Bv. Oroño y Urquiza, un proyecto inmobiliario espera poder avanzar. La iniciativa, impulsada por inversores porteños, prevé reconvertir la propiedad donde funcionaba el geriátrico Años Felices y anexar una torre con departamentos, oficinas y locales comerciales.

Los desarrolladores ya adquirieron dos de los tres inmuebles necesarios, pero la operación está trabada por la falta de acuerdo con los dueños de la propiedad intermedia, actualmente ocupada por un restaurante.

La propuesta incluye poner en valor la casona protegida por su carácter patrimonial, reconvirtiéndola en un paseo gastronómico. La torre complementaría el espacio con unidades modernas y una galería comercial.

La ubicación estratégica y el valor simbólico del inmueble lo convierten en uno de los desarrollos más comentados del centro rosarino. Según fuentes del sector, el proyecto no está caído, pero sí pausado hasta destrabar la negociación pendiente.

De concretarse, la obra implicaría una inversión millonaria y la transformación de una esquina emblemática del bulevar en un nuevo polo urbano.