Uno de los desarrollos más ambiciosos del sector inmobiliario local vuelve a ponerse en marcha. En un predio de 1,7 hectáreas en Puerto Norte, comenzaron las tareas para demoler las estructuras existentes y dar paso a un edificio de 200 metros de altura, que se convertirá en la torre más alta de Rosario y el segundo rascacielos más alto de Argentina.

El proyecto, aprobado a fines de 2022 tras un largo proceso de tratamiento legislativo, es impulsado por un consorcio integrado por la constructora Obring y Sancor Seguros.

La iniciativa contempla una inversión que supera los 100 millones de dólares e incluye una combinación de departamentos de lujo, oficinas corporativas y locales comerciales con vista al río.

Cómo será el segundo rascacielos más alto de Argentina

El diseño plantea 60 pisos, con los primeros niveles destinados a espacios de trabajo y los superiores pensados para viviendas de entre dos y cinco ambientes. Cada unidad contará con terrazas con vegetación natural y sistemas constructivos que buscan mejorar el confort ambiental. Además, se prevé la construcción de cuatro subsuelos con capacidad para 750 vehículos y un mirador público en la cima de la torre.

La intervención se emplazará al norte del corredor costero, en una de las áreas con mayor valorización urbana de la ciudad. El inicio de obra fue confirmado por autoridades municipales durante una reunión con empresarios del sector de la construcción, donde se informó la emisión del permiso de demolición y el avance de los trámites de factibilidad restantes.

Una vez iniciados los trabajos, el plazo estimado para la finalización de la torre es de cinco años. La apuesta refuerza el perfil de Puerto Norte como zona de alto impacto en el desarrollo urbano y reafirma el interés por consolidar el frente ribereño con proyectos de escala y densidad.