El mercado de la construcción en Rosario tuvo en abril una pequeña bocanada de aire. Si bien los 76 permisos de edificación otorgados sigue por debajo del promedio mensual registrado entre 2010 y 2019, la superficie autorizada para construir se duplicó respecto a marzo, alcanzando los 27.545 metros cuadrados.

Según fuentes oficiales, el dato representa una excepción dentro de una curva descendente que se arrastra desde hace meses. A lo largo de los últimos doce meses, con la única excepción de enero, todos los registros mostraron números negativos en la comparación interanual. Sin embargo, lo ocurrido en abril encendió una luz de esperanza en medio del panorama sombrío.

La tendencia apunta a una concentración de proyectos: menos actores, pero mayor volumen por iniciativa. En esa línea, se destacó un fuerte protagonismo de construcciones no residenciales, que representaron más del 65% de la superficie aprobada.

Desde la Agencia Rosario Digital señalaron que la mayor parte de las nuevas inversiones se concentraron en obras de perfil comercial o industrial, mientras que el segmento residencial aún parece estar atravesando una etapa de recuperación lenta o estancamiento.

A pesar del repunte puntual, el balance acumulado del año continúa siendo negativo, con un 37,9% menos de superficie autorizada en comparación con el mismo período de 2024. En una ciudad donde el ladrillo supo ser refugio, la reactivación plena todavía se hace esperar.