El Hospital de Niños de Rosario sumó animales de compañía para ayudar en la recuperación
El Hospital de Niños inició una prueba piloto con perros adiestrados para acompañar tratamientos y mejorar el bienestar de los niños internados
No hay dudas de que los animales de compañía ayudan en la recuperación de personas que se encuentran atravesando algún tipo de enfermedad, ya que favorecen el estado de ánimo y generan un entorno más amigable, reduciendo el estrés y la ansiedad. Y ahora, en una primera prueba piloto, este viernes 12, el Hospital de Niños de Rosario Víctor J. Vilela sumó los primeros perros adiestrados, en un novedoso abordaje que busca mejorar los tratamientos.
La experiencia se realizó en el marco de una iniciativa impulsada por la Municipalidad de Rosario, que puso en marcha un programa de acompañamiento con perros adiestrados dentro del hospital pediátrico.
La prueba piloto tendrá una duración inicial de seis meses y se desarrollará bajo un protocolo específico que regula el ingreso controlado de los animales.
La primera jornada tuvo lugar en la Sala 1 del hospital, donde ingresaron Zafira y Cala, dos perras de compañía especialmente adiestradas. Su presencia generó momentos de distensión, alegría y emoción entre los niños internados, en un contexto habitualmente atravesado por tratamientos médicos y rutinas hospitalarias.
El programa contempla visitas breves, con una duración máxima de 30 minutos, siempre con la supervisión de un responsable a cargo del animal. El protocolo fue elaborado por el Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), que definió los criterios sanitarios, de comportamiento y de seguridad necesarios para este tipo de intervenciones.

Animales de compañía como parte del entorno terapéutico
Además de los perros adiestrados que participan del programa, la iniciativa abre la posibilidad de que las familias puedan solicitar autorización para que los niños internados reciban la visita de su propio animal de compañía. Para ello, se deberá cumplir con una evaluación previa vinculada al estado de salud del animal, su esquema de vacunación, desparasitación y temperamento.
En todos los casos, el ingreso de animales de compañía estará limitado a perros que no presenten conductas agresivas y que sean considerados aptos por un comité evaluador. La supervisión será permanente y la visita deberá realizarse siempre con un adulto responsable.
El proceso de preparación de los animales incluye una estimulación temprana que comienza desde los primeros meses de vida. No se prioriza una raza específica, sino el equilibrio emocional y el comportamiento del perro, aspectos clave para su participación en este tipo de actividades.
La propuesta apunta a incorporar la presencia de animales de compañía como un complemento emocional dentro del proceso de atención médica, con el objetivo de mejorar la experiencia de los niños que atraviesan situaciones de salud.