La película Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle continúa su camino triunfal como el gran fenómeno cinematográfico de 2025. En su última actualización de taquilla de este fin de semana, Infinity Castle alcanzó los 757 millones de dólares de recaudación global, consolidándose como el animé más exitoso de todos los tiempos y una de las producciones más vistas del año.

El crecimiento del film resulta notable: en apenas una semana, sumó 150 millones de dólares adicionales, a pesar de llevar ya varias semanas en cartelera, algo inusual en la industria.

Infinity Castle supera récords históricos

Con estos números, Infinity Castle no solo es la película japonesa más taquillera de la historia, sino que también superó a varios grandes estrenos de Hollywood. Producciones como Superman, Los Cuatro Fantásticos, Thunderbolts y Capitán América: Brave New World quedaron por detrás en la comparación global de recaudaciones.

Además, el éxito del animé también desplazó a F1: The Movie y a Cómo Entrenar a Tu Dragón, acercándose a Jurassic World: Rebirth, que se ubica con una diferencia de solo 110 millones de dólares. Todo indica que Demon Slayer: Infinity Castle podría superar también a la icónica saga de dinosaurios en los próximos días.

Un fenómeno cultural y comercial

El fenómeno Infinity Castle trasciende el animé. Su impacto en la cultura popular japonesa y global es comparable al de grandes franquicias como Dragon Ball o One Piece, marcando una nueva era para la animación en cines. El diseño visual, la narrativa y la fidelidad al manga original han sido claves para captar tanto al público tradicional del género como a nuevas audiencias.

El universo de Demon Slayer no termina aquí. El estudio responsable ya confirmó la realización de dos nuevas películas dentro del arco final de la historia, aunque todavía no se anunciaron fechas oficiales de producción ni de estreno.

Por ahora, el objetivo inmediato es ver si Infinity Castle puede alcanzar el umbral simbólico de los 1.000 millones de dólares, una cifra que hasta el momento solo lograron unas pocas producciones de animación a nivel mundial.

Con un fenómeno que no parece detenerse, Demon Slayer: Infinity Castle se consolida como el gran éxito del año y un nuevo referente para la industria del cine japonés.