A finales de septiembre inauguró en la esquina de Dorrego y Libertador, el nuevo Rock & Fellers Palermo, un mega local de 1.600 metros cuadrados y capacidad para más de 500 personas, con vistas panorámicas al Hipódromo y un diseño que combina referencias temáticas a la música.

El nuevo espacio se destaca por su ambientación inmersiva, en la que cada rincón rinde homenaje a íconos del rock. Guitarras históricas, vestuarios originales y retratos de artistas emblemáticos componen una puesta en escena que busca despertar la nostalgia y el espíritu musical de distintas generaciones.

La propuesta gastronómica se suma a esa experiencia, con una carta variada que incluye clásicos de la cocina internacional y opciones ideales para compartir en grupo. El local cuenta con más de 140 empleados y una terraza al aire libre desde donde se puede disfrutar de los sunsets porteños, acompañados por DJ sets y tragos de autor.

El crecimiento de la cadena Rock & Fellers tiene una larga historia. Fundada en Córdoba en 1996, consolidó su identidad en Rosario, donde actualmente opera tres locales (el clásico de Bv. Oroño y Jujuy, Alto Rosario Shopping y en San Lorenzo y San Martín). La expansión hacia Buenos Aires comenzó en 2017 con la apertura en Pilar, seguida por la de Unicenter, y ahora con la llegada al barrio de Palermo, uno de los polos gastronómicos más activos del país.

Su ya característica guitarra roja de Eddie Van Halen recibe a los visitantes en la entrada, marcando el tono de una experiencia que combina música, diseño y entretenimiento. Las pantallas gigantes y el ambiente informal completan una propuesta pensada tanto para cenas como para afters o reuniones entre amigos.

Con esta nueva apertura, Rock & Fellers Palermo refuerza la expansión de la marca y consolida su estilo propio, en el que la gastronomía se une al legado del rock en un formato que sigue conquistando distintas ciudades del país.